lunes, 16 de mayo de 2011

5 años


No soñaré solo porque me he quedao dormido...
Fito & Los Fitipaldis


El 16 de mayo del año 2006, alrededor de las 12:30, se abrió la puerta del avión que me dejó en Hermosillo. A diferencia de otras veces, en que me abalanzo sobre la puerta tratando de ser de los primeros en bajar, en esa ocasión preferí hacerme un poco buey y quedarme hasta el final. Cuando no hubo de otra, me acerqué a la puerta a recibir por primera vez en mi vida los 45° del desierto sonorense ¡Hijuela chingada! --¿Qué hago aquí? -Me pregunté por primera vez de muchas a lo largo de estos años.

-Nunca, nunca, nunca, voy a trabajar en eso- Le repetí todos los años previos de mi vida a todo el que se me puso a tiro y me prestó oídos. -Sería lo último que hiciera-, afirmaba ufano. Y de repente, se fueron agotando las salidas y empecé a considerar las últimas opciones, estas se volvieron las únicas y me encontré de lleno en el proceso que me trajo hasta acá. Justo antes, estaba dedicado de tiempo completo a la docencia. Hasta el viernes 12 de mayo previo, tenía 6 grupos de licenciatura y uno de maestría, y me pagaban en promedio 65 pesos la hora frente a grupo. Una madriza. Para acabarla de chingar, en la universidad privada que era mi principal fuente de ingresos se empezaron a pasar de lanzas. Formaron una Sociedad Civil fantasma de la que supuestamente eramos socios todos los docentes, y era la Sociedad la que prestaba sus servicios a la uni. O sea que de derechos laborales, nada. Así que un grupo de maestros (y maestras) empezamos a juntarnos un poco después de cada clase, y comenzamos a platicar sobre las alternativas que teníamos, así, muy leve. Nada de que estuviéramos discutiendo el acta constitutiva del sindicato ni cosas por el estilo. Un poco nomás encontrarse en el desamparo que te produce saber que te pueden mandar al diablo en cualquier momento. Como siempre, el golpe vino de donde menos lo esperaba. Un infeliz que se decía adherente de La Sexta, fué y soltó la sopa con una de las coordinadoras de las carreras. No hubo aspavientos, ni corridas masivas, ni gritos ni sombrerazos. Me llamó nomás la coordinadora de la carrera de comunicación, al terminar mis clases del viernes 12 de mayo del año 2006, y me dijo que con el mes se terminaba el semestre, y con ello mi colaboración. Que gracias pero el nuevo programa de estudios y demás parafernalia despedidora. Por alguna razón que juro fue injustificada, pensaron que yo era el origen del problema, y que muerto el perro etcétera. En el camión de regreso a mi casa iba desolado, seguro de que este trabajo no salía, y con la certeza que me quedaba sin nada, o con muy poco. La neta que es para no creerse, pero ahí está Adriana de testigo: me llamaron en ese momento para decirme que se hacía el tiro y que me esperaban el lunes 15 en Hermosillo. No me animé a pedirles una quincena de plazo para cerrar mis asuntos, y les pedí un día: -¿Puedo llegar el martes 16? Si, me dijeron, y así fue que desembarqué por estos rumbos.

5 años, me dije, 5 años para nivelarnos y ahí la dejamos. Hoy cumplí esos 5 años y no se ve para cuando. De repente se ve una luz al final del túnel, pero ni para que hacerse ilusiones. La última vez que pensé lo mismo descubrí que era al farol del tren que me pusó una buena revolcada. 7 años. 7 años y ahí nos vemos. Mientras no esté acá el 16 de mayo del 2013 diciendo que mejor nueve, o diez porque que más da uno más, y el diez se ve más bonito, todo estará bien. Digo, una cosa es ser la joven promesa, y otra la madurez decepcionante. Y mejor nos vamos cuando podamos y no cuando nos puedan ¿O que no?

Ni me quejo en exceso ni todo ha sido malo. Me he pasado el día haciendo el recuento de las cosas que me han dejado estos años, amén de una familia chingona y consolidada. Van 5 de ellas en honor del aniversario:

1. Los atardeceres más hermosos que nunca antes había visto, en Hermosillo. Antes de eso pensaba que sólo existían en photoshop, pero no, ahi se dan, y casi cotidianamente. Los mejores son los que se ven donde el desierto se junta con el mar, mejor si es en el desierto intocado de los Seris.

2. Sobre ellos, sobre los Seris, el conocimiento de una indianidad muy distinta a la que conocía en el sureste, con su origen nómada y clánico, su isla a la vuelta de la esquina, su Canal del Infiernillo, y la hospitalidad con la que siempre nos recibieron en Desemboque.

3. La Radio, la posibilidad de aprender a hacer radio desde la Bemba, que se decía y pensaba comunitaria, con una audiencia que se prestaba a esa dinámica. La posibilidad de la retroalimentación inmediata y lo demás que en estos días hemos dicho. Me considero sumamente ofortunado de haber podido colaborar en ese espacio desde Política y Rock & Roll, y me duele enormemente su salida, más fuerte el agravio por los tiempos y las formas que escogió el Carlos.

4. La música, mucha nueva música. Si tuviera que escoger un álbum y un artista, escogería al Jaime López y Nordaka, aunque fuera nada más para honrar el rockcanroli y a las coordenadas, pero hubo muchos más.

5. Y por último, y lo que más se extraña ahora que nos recorrimos levemente hacia el sur, los amigos. Aunque se les extraña pero consuela el saber, porque a estas alturas ya aprendió uno eso, que los amigos ahí estarán siempre para uno y viceversa, aunque se ponga harta tierra de por medio. Así que un abrazo para tod@s, para el Shoko, el Beto, el Koke, el Héctor y los demás....

Se les quiere un chingo.

1 comentario:

Unknown dijo...

Estimado Joaquín, tienes a bien relatarnos de forma exquisita las peripecias y coyunturas que se mezclaron para poder caminar sobre nuevas sendas.

Siempre me eh preguntado por que el Destino hace que la distancia se acorte y el conocimiento se amplíe, en esta enorme Red de amigos, lugares y experiencias que se siguen sumando a la memoria colectiva de todos los que soñamos por un mundo que no sea ajeno a las injusticias sociales que nos rodean como crules fantasmas que bañan de sangre la esperanza y la fé.

Lo mejor es que son 5 años que no pasarán desapercibidos, que llenan de magia nuestros días y que abren la puerta a muchos horizones de libertad.

Brindemos por cada uno de ellos y hagamos votos por que sean muchos más, es un honor para mi ser tu amigo. Gracias por ello.