sábado, 21 de mayo de 2011

México no es España


En un principio fuimos sólo islas
ahora somos urgentes archipiélagos
Mario Benedetti

He asistido en estos días a varias discusiones cibernéticas sobre lo que está pasando en España, y como eso aplica en México. Las interpretaciones y los análisis son variados: Qué es la consecuencia de lo que pasó en el norte de África; que las redes sociales siguen rifando; que es un movimiento contra las elecciones; que representa la construcción de un nuevo poder ciudadano; que rompen con la clase política; que le llaman la atención a la clase política;que no es contra las elecciones sino contra el bipartidismo y por una mayor inclusión y etcétera.

Y de ahi se hacen los saltos cuánticos a México: que debemos hacer lo mismo y sabotear las elecciones; que debemos hacer lo mismo y promover el voto nulo; que ya estamos haciendo los mismo con Javier Sicilia; que el sabotear las elecciones no dejará nada; que el voto nulo en 2009 sirvió para dos cosas; que debemos organizarnos para defender el voto; que la apuesta es al MORENA de AMLO y etcétera.

De entre los artículos que he leído, me parece el más completo y sensato el de Carmen Aristégui. Coincido plenamente con ella cuando dice que algo nuevo a escala global esta pasando, que un nuevo tipo de poder ciudadano que confronta y cuestiona a la clase política en su conjunto esta surgiendo vertiginosamente. Difiero de ella respecto al cáracter de actores que les da a la internet y las redes sociales. Para mi que son instrumentos que permiten la comunicación en la revuelta y la potencian, pero hasta ahí. Como lo fue la imprenta en el siglo XVI, el ferrocarril en el siglo XIX y el mimeográfo del 68. Que propician una interacción multilateral casi en tiempo real, y que esto disminuye la necesidad de que haya caras visibles, estoy de acuerdo. Pero creo, junto con Malcolm Galdwell, que la revolución no será tuiteada. Lo que contará a fin de cuentas es el compromiso ( implicación dice él) y la organización de los que se movilizan ¿Que porcentaje de los miles de bases de apoyo zapatistas que marcharon el 7 de mayo en San Cristóbal tienen fb y/o tuiter? La respuesta es obvia, cero por ciento, o algo muy cercano a ello.

México no es España decíamos, ni el MORENA es el PSOE (perdonen las obviedades). En el fondo de las discusiones a las que me refería en un principio, las posturas que subyacen son las siguientes: Por un lado están los que tienen simpatías hacia La Otra zapatista, y que ven en lo que está pasando en el mundo sus tesis confirmadas, y quieren reeditarlas ya en México, incluyendo boicot a las elecciones y contra toda la clase política, AMLO incluído, si no es que en primer lugar. Por el otro lado, con una diversidad de matices, se encuentra la gente que está participando en el MORENA encabezado por López Obrador, y que ve confirmadas sus tesis por la denuncia reiterada que este ha hecho sobre la "mafia" político empresarial que gobierna a México, y que le apuesta a la organización para ganar las elecciones del 2012.

Yo creo que las posturas no son excluyentes. La situación en el país no está como para restar fuerzas a la izquerda o excluir caminos o estrategias. Son 40 mil muertos, 10 mil desaparecidos, millones de exiliados de acá para el otro lado y del campo a las ciudades, millones de personas que han visto como se pierde su patrimonio, en fin, la catástrofe. En consecuencia, creo que debemos hacer todo lo que esté a nuestro alcance para que Andrés Manuel López Obrador encabece un gobierno de transición que convoque a un nuevo contituyente para tener una nueva Constitución. Para esta nueva Constitución, hoy tenemos concensos que antes no existían. En estos últimos 17 años hemos madurado muchas ideas acerca del país que queremos, sabemos hoy que queremos un país en que la democracia trascienda a la democracia representativa mediante el referéndum, el plebiscito y el ejercicio de revocación de mandato. Queremos un país donde se reconozcan los derechos de los pueblos indígenas, conforme a lo asentado en los Acuerdos de San Andrés. Queremos un país en el que el Derecho a la Tierra y el Agua no sea cancelado. Queremos un país en el que los recursos naturales, renovables y no renovables sean propiedad efectiva de todos. Queremos un país en el que las mujeres tengan los mismos derechos que los hombres. Queremos un país en que tengamos acceso a los medios de comunicación. Queremos una patria que nos permita vivir, no sobrevivir. En suma, queremos un país en el que todos y todas podamos ejercer nuestros derechos fundamentales, los Derechos Humanos. Tal vez hasta ahí alcance el consenso pero es suficiente. Y también creo que debemos hacer todo lo posible desde donde estemos para construir desde abajo con una nueva forma de hacer política y con una relación ser humano-naturaleza distinta, cercana las concepciones zapatistas (que no siempre coinciden con su práctica).
A los compañeros de La Otra, les decimos con respeto: no estamos en octubre de 1917, apenas es febrero.

Saludos.

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